Catholic Diocese Tucson

CATHOLIC OUTLOOK 17 SEPTEMBER 2019 Recursos de Sociedad Xavier para católicos ciegos o con impedimentos visuales Por MICHAEL BROWN Director Editorial Las personas que son ciegas o tienen un problema de la vista cuentan con muchos recursos de grupos como la Asociación del Sur de Arizona para Personas con Impedimentos Visuales (SAAVI). Pero, ¿qué tal si desean alimentar su fe católica y viven en un lugar como Coolidge, que tiene una población de 12.698 habitantes? Desde hace 119 años, la Sociedad Xavier para Ciegos (XSB), una entidad sin fines de lucro de Nueva York, ofrece recursos para personas ciegas o con dificultades de la vista. Ines Chisholm, de 71 años, se mudó de Nueva York a Phoenix en 1990 y fue profesora en la facultad de magisterio de la Universidad Estatal de Arizona. Se retiró 10 años después y se mudó a Coolidge, donde se desempeñaba como gerente administrativa en la Parroquia St. James. Se inscribió en el Programa de Formación Común y en 2012 se convirtió en ministra eclesial. Más adelante asistió al Curso de Dirección Espiritual Hesychia en el Centro de Renovación Redentorista, logrando ser directora espiritual en 2017. Hace unos cinco años, cuando Chisholm comenzó a perder la vista, se reunió con líderes de SAAVI para determinar qué clases podría tomar a medida que su vista se deterioraba. Cuando en SAAVI se enteraron de la experiencia docente de Chisholm, y supieron que hablaba inglés y español y tenía destrezas biculturales, le preguntaron si podría ayudar a impartir una clase en español para estudiantes que, como ella, estaban perdiendo la vista. Ella accedió. “Era estudiante y maestra a la vez”, dijo. En ese entonces, se enteró de la Sociedad Xavier. XSB, que lleva el nombre del jesuita San Francisco Xavier, le envió recursos, entre ellos, una Biblia en edición letra grande. La invitaron a integrar la junta asesora de la Sociedad Xavier y Chisholm sigue recibiendo recursos. “Quiero que otros católicos ciegos o con impedimentos visuales sepan que contamos con recursos”, dijo Chisholm. “Necesitamos acceso a los libros espirituales que han nutrido la fe de los fieles durante muchos siglos”. La sociedad también ofrece obras contemporáneas, especialmente mediante su Programa Digital de Libros Hablados (DTBF). Entre los títulos recientemente publicados se cuentan “Dagger John: Archbishop John Hughes and the Making of Irish America”, de John Loughrey, (2018) y “A Pope and a President: John Paul II, Ronald Reagan, and the Extraordinary Untold Story of the 20th Century”, de Paul Kengor (2017). Otras obras, como las del padre franciscano Richard Rohr y las del padre jesuita James Martin, que también están disponibles, abren la puerta a un mundo de enseñanzas espirituales», dijo Chisholm. Todos los recursos son gratuitos y lo único que hay que hacer es suscribirse al sitio web http:// www.xaviersocietyfortheblind.org/index.php/ contact/register/. Aunque la gran mayoría de los recursos están en inglés, hay algunos en español, y Chisholm está tratando de ampliar esa colección grabando algunos materiales en español. “Tener acceso a estos libros es una gran bendición”, dijo Chisholm, en referencia a los recursos en letra grande, Braille, audio y formatos digitales descargables del sitio web. “La Sociedad continúa hallando maneras creativas de poner estos recursos a nuestro alcance”. Usando los recursos facilitados por XSB, aun los lectores ciegos o con problemas de la vista pueden participar en la Misa. “La Sociedad Xavier es el único grupo que conozco” que brinda este servicio, dijo Chisholm, quien ha escrito varios artículos para Xavier Review y algunas obras de ficción. También ha dirigido grupos de lectura en su parroquia donde también participan personas que no tienen problemas de la vista. Malachy Fallon ha sido director ejecutivo de Xavier desde hace tres años, habiéndose sumado a esta organización tras una larga carrera corporativa y deseoso de servir a la comunidad de católicos ciegos o con impedimentos visuales. “Lo más importante era trabajar con una organización que yo pudiera apoyar”, dijo. XBS tiene 1500 títulos en su biblioteca Braille y provee los textos de la Misa a casi 800 personas al mes, una distribución anual de casi 750.000 páginas. Distribuye material a todos los estados de la unión y a 20 países. En EE. UU. tiende a haber una mayor concentración de servicios en las diócesis con poblaciones católicas muy numerosas y escuelas para ciegos en la comunidad, dijo. A pesar de que casi el 80 por ciento de los recursos están disponibles en forma impresa – como Braille o letra grande – ha habido un aumento del número de recursos en DTBF facilitados por el Servicio para Ciegos de la Biblioteca Nacional. Casi 500.000 reproductores han sido distribuidos en el país, y no se sabe cuántos están en manos de católicos interesados en recursos como los de XBS, dijo. Aun con los avances tecnológicos logrados, la mayoría de los católicos que buscan estos recursos prefieren Braille o texto en letra grande sobre los textos en audio, dijo. “Dicen que prefieren la experiencia de leer”. Ines Chisholm Malachy Fallon JOVENES de pagina 16 Ver JOVENES en pagina 18 algunos de los otros 10 podrían sentirse heridos y crear problemas porque se sienten excluidos. Tratar con 20 adolescentes que están intentando hallarle sentido a su vida y hacer amigos cuando casi todos tienen diferentes raíces culturales y familiares, puede crear situaciones muy cargadas para un ministro de jóvenes. “Lo único que uno quiere que sepan es cuán importantes son para Dios”, dijo Chapman. “Cuando los jóvenes se ponen difíciles lo único que se puede hacer es amarlos más”, añadió. Chapman recordó a una jovencita de Sta. Elizabeth que se quejaba todo el tiempo camino a clase y durante la clase. Veinte años después, dijo Chapman, la reclutó para trabajar en Sta. Odilia y “ahora nos reímos recordando”. Conseguir buenos voluntarios es importante, y los adultos jóvenes tienen más experiencias en común con los adolescentes que los adultos. Chapman señaló, aún con pena, que a una catequista que llevaba años trabajando le tuvieron que decir que ese era su último año como voluntaria porque su estilo de enseñanza se había vuelto demasiado rígido y no era exitoso en el ministerio. Ella lo comparó con una mujer que tiene un hijo a los 16 años y luego otro a los 40. “Hay una razón para tener hijos cuando una es joven”, dijo. “Hay un tiempo para eso”. Las cosas cambian, dijo Chapman, recordando cuando ella les llevaba pizza para el almuerzo a estudiantes de la escuela pública. También recordó que cuando era niña y se oponía a ir a la Misa del domingo la reacción de sus padres era inmediata y contundente. “Hoy hay padres que dejan que los hijos tomen la decisión”, dijo, en referencia a la disminución del número de familias jóvenes que asisten a la Misa dominical. En su casa, “la Misa es un requisito integral de nuestra familia”, dijo Chapman. Por eso, en la Navidad, cuando los visitan familiares que no son de ir a Misa, ellos insisten en que los acompañen: “Esto es lo que hace nuestra familia”. ‘Trabajo soñado’ Chapman dijo que está muy contenta con ser directora de formación en la fe en Sta. Odilia en este momento de su vida, un trabajo pago de tiempo completo haciendo lo que le apasiona. Dijo que trabajó de contadora durante 20 años y que “este es mi trabajo soñado”. Con su trayectoria del ministerio

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