Catholic Diocese Tucson

CATHOLIC OUTLOOK 11 SEPTEMBER 2019 BER 2019 Parte de una serie continua Por MICHAEL BROWN Director Editorial Tanto la oración contemplativa como la devocional o ritual –los dos tipos de oración principales– existen en la cultura cristiana desde los comienzos de la Iglesia, dijo el padre redentorista Paul Coury, director del Centro de Renovación Redentorista. “En el segundo y tercer siglos, la iglesia consistía en comunidades de cristianos que rendían culto juntos, vivían juntos y compartían recursos”, dijo el padre Coury hablando del crecimiento de la oración devocional. “A su vez, hubo gente como San Antonio, gente que se iba al desierto para tratar de vivir las enseñanzas de las escrituras a su modo, y que exhortaban a los demás a vender todas las posesiones, marcharse y rezar constante y continuamente”. “Había dos tradiciones paralelas”. En el siglo seis, San Benedicto creó un formato combinado abriendo monasterios donde los miembros podían trabajar y rezar. “Benedicto trató de unir ambas corrientes. Dijo: “Es mejor no irse a vivir solos en el desierto, a vivir a nuestra manera, a buscar y sentir a Dios en soledad. Agrupémonos; vivamos juntos en un monasterio”, explicó el padre Coury. “Tal estilo fue el modelo por 10 siglos”. Ese periodo resultó en la formación de incontables comunidades religiosas, como los domínicos, los jesuitas y los franciscanos, que aún hoy prosperan. Sin embargo, “el modelo contemplativo fue eclipsado por el modelo benedictino», dijo el sacerdote, “hasta que resurgió en el siglo XIV, con mujeres ejemplares como Catalina de Siena, Hildegarda de Bingen y Juliana de Norwich – grandes mujeres de tradición contemplativa. Así, comenzó a crearse Los estilos de oración y sus raices en la antigua iglesia una corriente separada de la tradición benedictina”. Más adelante, otros escritores –San Juan de la Cruz y Sta. Teresa de Ávila– escribieron obras que llegaron a ser clásicos de la literatura contemplativa, dijo el padre Coury. “Sta. Teresa escribió sobre las mansiones y los palacios resplandecientes. San Juan escribió sobre la oscuridad interior”, dijo. “Me gusta Juan de la Cruz. Lo encerraron en una bodega, donde escribió “La noche oscura del alma”. Citando a San Juan de la Cruz con una sonrisa, el padre Coury dijo: “Siempre es bueno estar en la bodega. Allí es donde guardan los mejores vinos”. Entre los escritores contemporáneos, el monje trapista padre Thomas Merton es un buen ejemplo de pensador contemplativo, dijo el padre Coury. Otra santa reciente –Sta. Teresa de Calcuta– dio un nuevo giro a la relación entre la oración contemplativa y la devocional, añadió. “La Madre Teresa es interesante porque retó a sus monjas desde su estilo contemplativo a encontrar a Cristo en los enfermos y los moribundos, tal como San Francisco iba al encuentro de Cristo en los leprosos”, añadió el padre Coury. Para Francisco, ver a Jesús en el leproso “fue lo que cambió su vida. Ese fue uno de los grades momentos de conversión”, dijo. “Así se difundieron estas tradiciones de ver a Cristo en la persona enferma o moribunda, y así se lograba el acercamiento a Cristo”, dijo el padre Coury. “La Madre Teresa les dijo a sus monjas que procuraran no ver a una persona enferma o desahuciada. Ustedes ven a Jesucristo. Están viendo a Jesucristo en ese hombre, en esa mujer, que se está muriendo”. Aun con el resurgimiento de la oración contemplativa, la oración devocional, o ritual –que se manifiesta mayormente en la Misa y en los sacramentos– es por lejos el método de oración más difundido. “La tradición sacramental siempre es la tradición más fuerte». La tradición contemplativa va paralela, pero aparece y desaparece”, dijo el padre Coury. Aun con el resurgimiento de la oración contemplativa, la oración devocional, o ritual –que se manifiesta mayormente en la Misa y en los sacramentos– es por lejos el método de oración más difundido. “ “ — dijo el padre redentorista Paul Coury people

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