Gulf Pine Catholic
Gulf Pine Catholic • May 26, 2023 8 Jesús dijo a sus discípulos: En esto es glori- ficado mi Padre, en que deis mucho fruto y seáis mis discípulos. Este es mi mandamien- to: amaos los unos a los otros como yo os amo. Nadie tiene mayor amor que este, dar la vida por sus amigos. Sois mis amigos si hacéis lo que os mando. Ya no os llamaré esclavos, porque un esclavo no sabe lo que hace su amo. Os he llamado amigos, porque os he dicho todo lo que he oído de mi Padre. No fuisteis vosotros los que me elegisteis a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os puse para que vayáis y deis fruto que permanez- ca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros” (Juan 15:8, 12-17). Celebrar la Misa de Bachillerato para nuestros Adultos Mayores en nuestras escuelas católicas es una bendición para mí. No mucho después de que fui ordenado e instalado como su obispo, conocí a varios de nuestros gradua- dos de la escuela secundaria católica de 2023 como estudiantes de séptimo grado, y les hablé sobre nuestra relación con Dios. Este artículo está dirigido a nuestros Mayores, pero el men- saje es para todos nosotros. Mayores, a medida que completen sus estu- dios, espero que recuerden el mandamiento de Dios: que se amen unos a otros, y que a través de la inmersión en Su amor, sean llamados a este gran mandamiento que Él nos ha dado: “… amaos unos a otros como yo te amo (15:12).” -- y Su amor es un amor verdadero y poderosísimo. Jesús continúa: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (15:13). Jesús ha dado Su vida por todos nosotros, aunque somos pecadores. ¿Tú o yo tenemos el coraje de dar nuestras vidas el uno por el otro? La respuesta es sí. Podemos y lo hacemos porque eso es lo que somos como discípu- los de Jesús. Tus padres, abuelos, tutores, han dado sus vidas por ti en sus esfuerzos por hacer posible para ti una edu- cación católica. Es una señal de que querían que estuvi- eras sumergido en el amor de Dios al estar rodeado de otras personas de fe y tener oportunidades de encon- trarte con Jesús durante el día escolar. Poder asistir a la escuela en un ambiente que fomenta el crecimiento de su fe y el amor a Jesucristo es una verdadera bendición, y espero que se lo agradezcan a sus padres, abuelos y tutores. Ha experimentado muchos cambios y desafíos en los últimos años, particularmente a través de la pan- demia. De una manera real, estos desafíos, estas expe- riencias, te han permitido crecer en tu relación con Obispo Kihneman Jesús: en tu conocimiento de Él, en tu amor por Él, en tu servicio a Él y en las oportunidades que se te han brindado para presenciarlo. Dondequiera que estés (universidad, trabajo, casa, viajes), te desafío a que continúes fortaleciendo tu rel- ación con Jesús. Estamos llamados a ser un pueblo de oración, a tener una relación continua con Jesús. Si es necesario, configure una alarma diaria para recordarle que debe detenerse y hacer tiempo para su relación con Dios. Puedes leer y contemplar la Palabra de Dios, rezar el Rosario, otra devoción, compartir con Dios tus luchas y alegrías, pasar un tiempo en Adoración, o simplemente invitar al Espíritu Santo a que te llene y te hable. ¡Pero mantenga la conversación todos los días! Recibir los Sacramentos con frecuencia. Manténganse en comunidad, mantengan amigos buenos y fieles. Si va a ir a la universidad, tan pronto como llegue al cam- pus (o antes) ubique y visite el Centro Newman/ Misioneros Focus o el Ministerio del campus/Iglesia católica más cercana. Algunos consejos más para todos nosotros: • Tengan gran alegría – ¡Jesús ha ganado la victoria! • Tener confianza inquebrantable en Jesús y depen- dencia en el Espíritu Santo. ¡Hay libertad en la depen- dencia de Dios! Graduados, lleven el amor de Dios por ustedes al mundo • Nunca tengas miedo de un futuro descono- cido con un Dios conocido. El valor es el miedo rezado. • La ansiedad no vacía el futuro de peligro; vacía el presente de paz. Encontrarás que hay muchos en el mundo que dirán que tu fe es inútil y te desafiarán. Pero al final, es Jesús quien os ha llamado a la vida, a la fe, a la esperanza, a la salvación, y sois vosotros a los que os ha llamado a compartir su amor con los demás. Jesucristo es quien nos liberó del cautiverio del pecado y de la muerte; es Él quien nos ha rescatado. Él nos pide a cada uno de nosotros que seamos Su testigo para que otros puedan ser rescatados. Cuando somos desafiados por nuestra fe, puede ser difícil amarnos unos a otros, pero Jesús está ahí para amarnos y el Espíritu Santo nos fortalece en esos momentos. Puedes ser llamado a compartir el amor de Cristo con personas difíciles. San Pedro nos dice en su primera carta: “Ahora, ¿quién os hará daño si os afanáis por el bien? Pero aunque sufrierais por causa de la justicia, bien- aventurados sois. No temáis ni os aterroricéis con miedo de ellos, sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones. Estad siem- pre preparados para dar razón a cualquiera que os demande razón de vuestra esperanza, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia, manteniendo limpia vuestra conciencia, para que, cuando sois calumniados, los que difaman vuestra buena conducta en Cristo, se desanimen. ser avergon- zado. Porque mejor es sufrir por hacer el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por hacer el mal” (1 Pedro 3:13-17, énfasis añadido). Jesús nos dice en Juan 15:16, “No fuisteis vosotros los que me elegisteis a mí, sino yo el que os elegí a vosotros…” Aprendiendo en una comunidad de fe, aprendiendo en una comunidad de amor, has tenido la oportunidad de conocer Su amor. para usted, así como la de sus maestros y el personal y administradores de la escuela. Te enviamos al mundo para el próximo capí- tulo de tu vida con un ejemplo y, con suerte, con una relación fuerte y personal con Jesús, porque él te ama personalmente. Sus familias los aman, sus maestros, sus administradores, su familia parroquial y nosotros aquí en la Diócesis de Biloxi los amamos. Ahora están llamados a llevar ese amor y su fe con ustedes, dondequiera que vayan, para ser un signo de Cristo para el mundo, para hacer discípulos dondequi- era que vayan, y para amarse unos a otros. ¡Felicitaciones Clase de 2023! ¡Id, sed y haced dis- cípulos! Mis oraciones están contigo.
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