Gulf Pine Catholic
Gulf Pine Catholic • August 20, 2021 6 Thanks to the Sacred Heart of Jesus, the Blessed Virgin Mary, and St. Jude, for prayers answered. LD POR EL OBISPO LOUIS F.KIHNEMAN III Obispo de Biloxi Jesús recorrió todos los pueblos y aldeas, ense- ñando en sus sinagogas, proclamando el evange- lio del reino y curando todas las dolencias y dolencias. Al ver las multitudes, su corazón se compadeció de ellas porque estaban atribuladas y aban- donadas, como ovejas sin pastor. Luego dijo a sus discípulos: “La mies es mucha, pero los obreros pocos; Pídele, pues, al dueño de la mies que envíe obreros para su mies” (Mateo 9: 35-38). El Evangelio de Mateo 9: 35-38 nos dice muy profundamente que Jesús habló sobre el Reino de Dios, y Su misma presencia trajo las buenas nuevas del Reino de Dios. Jesús trajo sanidad a la gente. Al tocar sus vidas, fueron transformadas de tal manera que incluso sus aflicciones y enfermedades fueron sanadas. Jesús nos invita a dejar que él toque nuestras vidas de manera muy personal. Nos invita a abrir los ojos a la curación. Nos invita a orar por los obreros de la mies. Nos reunimos para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa y Jesús mismo nos invita al Altar, que lo representa. Jesús es el centro de quienes somos. Les dice a todos sus discípulos que oren por los obreros de la viña, “pidan, pues, al dueño de la mies que envíe obreros para su mies” (Mateo: 9:38). ¿Adivina qué? ¡Ese soy yo y ese eres tú! Jesús te invita a ser un obrero para él, a ser su voz, a ser sus manos, a ser su corazón entregado a otro. Dios nos está llamando a todos a ser su testimonio, y aquellos que trabajan con los jóvenes y sus familias, especialmente los Obispo Kihneman Obreros en la viña maestros, tienen un papel y una responsabilidad úni- cos de testificar y compartir las buenas nuevas, “Y quien reciba a un niño como este en mi nombre me recibe” (Mateo 18: 5). Una de las partes del Evangelio que me deja sin aliento, y creo que también deja sin aliento a mis hermanos sacerdotes, es cuando Jesús les da a sus discípulos el poder de disipar demonios y el poder de sanar a la gente. “Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos. Entonces se fueron y predicaron el arrepentimiento. Expulsaban muchos demonios, y con aceite a muchos enfermos los curaban ”(Marcos 6: 7, 12-13). Parte de lo que los obispos y sacerdotes hacen todos los días está en los signos de los sacra- mentos, y parte está en nuestra oración. Cuando los discípulos salieron y pusieron las manos sobre la gente y fueron testigos de la curación, y vieron los milagros sucediendo en sus vidas, cambiaron a los discípulos y a las personas que tocaron. De esa manera, cada uno pudo llegar a conocer a Jesús per- sonalmente, convirtiéndose en personas que lo ama- ban por encima de todo y que querían entregarle la vida y servirlo con todo su ser. No pudieron conten- erlo más. Tenían que dar testimonio de su amor. Tuvieron que. ¡Ese soy yo y ese eres tú! Para ser discípulo y ser testigo, tenemos que ser personas de oración, tenemos que ser un pueblo de la Palabra de Dios y tenemos que ser un pueblo de la Eucaristía. Debemos dejar que Jesús entre en nuestras vidas para que, cuando otros vengan a nosotros y tengan una gran necesidad, ya sea de conocimiento, consejo u otro, podamos estar allí para ayudarlos. Al final, esto es lo que significa para nosotros ser discípulos de Jesús, ser testigos de él. Aquellos de nosotros que enseñamos o servimos a otros, sin importar el lugar o el tema, estamos ministrando y estamos llamando a aquellos a quienes enseñamos al discipulado. Si conocemos a Jesús, amamos a Jesús, servimos a Jesús y testificamos de Jesús, le permitiremos nacer en los corazones de todos aquellos a quienes damos testimonio y a quienes servimos. E invitamos al Espíritu a descender sobre nosotros personalmente mientras cantamos: “¡Señor, envía tu espíritu y renueva la faz de la tierra!” (Salmo 104: 30) Coakley: Senate bill covers many needs, but must not allow abortion funding BY CATHOLIC NEWS SERVICE WASHINGTON (CNS) -- The $1.2 trillion inastruc- ture bill passed by the Senate makes “historic invest- ments” in transportation, climate change mitigation, job creation, expanded internet access and other areas, but several issues still need attention, said the U.S. bishops’ domestic policy committee chairman. Archbishop Paul S. Coakley of Oklahoma City said the Catholic bishops “continue to be resolute in our insistence that no taxpayer funding go to abortion.” The bishops also disagree with a provision in the bill that “would advance a false understanding of gen- der and sexuality,” he said, referring to a section that establishes grants to widen access to broadband. To be eligible for these grants, the bill says organi- zations that apply for them must comply with the pro- gram’s anti-discrimination protections,” including “sexual orientation” and “gender identity.” Archbishop Coakley, chairman of the U.S. Conference of the Catholic Bishops’ Committee on Domestic Justice and Human Development, issued the statement Aug. 10, shortly after the Senate OK’d the Inastructure Investment and Jobs Act in a 69-30 bipar- tisan vote. The 2,702-page bill provides spending over a five- year period for roads and bridges, rail, transit, ports, airports, electric grid, water systems, broadband and other priorities. It includes $550 billion in new spend- ing. The bill now moves to the U.S. House of Representatives. Members plan to end their summer break early and return to Washington Aug. 23 to consider it.
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