Catholic Diocese Tucson

CATHOLIC OUTLOOK 19 OCTOBER 2019 Por MICHAEL BROWN Director Editorial Miguel Escalante no es católico, pero supo que tenía que regresar a Sta. Rita. A los 86 años, Miguel vive en Tucson y fue uno de alrededor de 50 descendientes de familias de ranche- ros que se reunieron en la iglesia de Vail para participar en la Misa de los pioneros el 7 de septiembre. La Misa fue celebrada por el obispo Edward J. Weisenburger en anticipación al 85to aniversario de la parroquia el próximo mes de marzo. Esperando a que empezara la Misa, Miguel recorría la concurrencia con la mirada para saludar a sus amigos. Ese día, él compartió historias y recuerdos con viejos conocidos que apoyaron a la parroquia en sus comienzos. Miguel es nieto de uno de tres hermanos que se radicaron en el valle de Rincon al llegar de Sonora, México, alrededor de 1880. El abuelo de Miguel, que también se llamaba Miguel, era el mayor de los tres hermanos y tra- bajó en haciendas situadas junto a las montañas Rincon. Miguel recuerda haber tenido que ir a la escuela de Vail tras el cierre de la escuela de Rincon en 1947. Se casó en 1958 y se mudó a Tucson, donde se dedicó al negocio de la construcción y se jubiló hace unos seis años. Nos dijo que volvió a Sta. Rita invitado por J.J. Lamb, un conservacionista local que fue uno de los propulsores de “Voces de Vail”, un aclamado documental sobre la historia de la zona. “Todos asistimos a la escuela aquí en Vail”, dijo Miguel. “Ya no hay ganado, solo casas”. De pronto ve a su hermana, que ahora vive en Phoenix, en uno de los bancos y se sienta con ella para la Misa. Sarah Hiteman, quien creció en el pueblo pero luego se mudó para for- mar familia, ofreció una breve visita guiada por el viejo edificio antes de la Misa. Hiteman habló sobre algunas de las necesidades de capital de la pequeña iglesia, como quitar las alfombras y restaurar los pisos y los bancos a su forma original. Además, habría que remover los productos sintéticos que se aplicaron a las hornacinas y reparar las vigas que sostienen el techo. Las vidrieras de colores necesitan limp- ieza y un vidrio protector instalado en el exterior; y convendría darles una mano de pintura a varias paredes. Durante una meditación que ofre- ció al final de la Misa, Hiteman contó que ella volvía todos los años el día de su cumpleaños para ir a Misa con su padre, Fred Mayer Jr., y desayunar juntos en un restaurante local. “Él se sentaba en el cuarto asiento a partir de atrás, en el lado oeste”, recordó. Cuando su padre falleció el 25 de julio de 2018 a los 87 años, ella hizo una donación a la parroquia e instaló una placa en su memoria en ese banco: “In loving memory of Fred Mayer Jr.” “A él le hubiese gustado mucho estar aquí hoy”, dijo Hiteman. La iglesia fue edificada gracias a la generosidad de Caroline Takamine Beach, quien la dedicó a la memoria de su difunto primer esposo, Jokichi Takamine, un químico japonés que falleció en 1922. Cuatro años después, Caroline contrajo matrimonio con Charles Beach, un ranchero de Vail. De acuerdo con los historiadores, la Sra. Beach, convertida al catoli- cismo en su adultez, quería que los rancheros, mineros y empleados del ferrocarril tuviesen un lugar donde rendir culto. En 1927 ella coordinó una misa dominical en la escuela de Vail antes de comprar el terreno donde hoy se encuentra la iglesia y construir el edificio. Entre los artefactos notables de la iglesia se cuentan las vidrieras de colores, que la Sra. Beach compró de la Primera Iglesia Metodista Unida de Tucson. Otras decoraciones y estatuas fueron donadas por amigos, y llegaron desde Alemania, Italia y California. El altar fue creado con roca de las mon- tañas Santa Rita. Se cree que esta es la única iglesia católica de los Estados Unidos dedicada a la memoria de un ciudadano japonés. Entre 1953 y 1968 Sta. Rita fue una misión atendida por franciscanos y sacerdotes diocesanos de parroquias cercanas. En 1968 fue elevada al esta- tus de parroquia. En las dos últimas décadas, Vail ha experimentado una explosión demográfica. Las cifras del censo de 2000 registran una población de 588 habitantes, mientras que en 2010 se registró una población de 10.208. En respuesta a este aumento, la parroquia añadió un edificio multiuso que se utiliza como iglesia para las Misas de fin de semana. El santuario se usa para la Misa diaria de las 8 de la mañana y para la Misa dominical en español de la 1 de la tarde. Cabe señalar que el santuario de Sta. Rita figura en el Registro Nacio- nal de Sitios Históricos desde 2015. Hiteman nos relata una historia de su padre y la Sra. Beach. Cuando era niño, Mayer contrajo polio, y a raíz de esa enfermedad tenía un pie desfigura- do. La Sra. Beach facilitó una cirugía que le hizo muy bien. El padre Martín Martínez, párroco actual, habló de los cambios que ha experimentado el edificio. Señaló que hace poco se enteró de la exis- tencia de unas tuberías de gas natural que probablemente se usaron para la iluminación de la iglesia y que todavía están entre las paredes, aunque hace años que no se les da uso. El padre Martínez dijo que toma muy en serio su rol de mantener el edificio. “Siento que tengo la oblig- ación y la responsabilidad de proteger el santuario”. Nota del editor: para hacer una donación o para compartir un relato histórico de esta iglesia, llame a la par- roquia al (520) 762-9688. Familias pioneras se reúnen a hoanrar a Sta. Rita en Vail Miguel Escalante

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